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¿Has visto alguna vez un poroto? Dale, ¡no me vas a decir que nunca has comido uno! Si sigues leyendo y todavía no sabes qué es un poroto, sólo tienes que ir a Google y poner: porotos. ¡Mira la cantidad de fotos que hay!
Lo importante, es que lejos de aquí, existe una ciudad que se llama Chicago. A Chicago la llaman “bean”, que quiere decir poroto. En la mitad de Chicago hay un poroto plateado gigante, ¡hermoso! Miles de personas pasan por allí por día y se detienen a verse a sí mismas. Los reflejos que el poroto te regala son absolutamente sorprendentes: depende de dónde y cómo te pares, el reflejo es diferente. Así, puedes mirarte de diferentes formas… ¡Lo mismo pasa durante Shabat! Este día te regala tiempo para que puedas mirarte, para que puedas conocerte. También puedes tratar de conocerte de diferentes maneras, de conversar con tus amigos o seres queridos sobre cómo respondes en las diferentes situaciones que te suceden día a día.
¿Te animas a construir un comecocos para ayudar a todos a conocerse mejor? ¡Es muy fácil, sólo tienes que seguir las instrucciones!