El valor de las pequeñas cosas

¡Aleluya! ¿Escuchaste alguna vez esa palabra? ¿Cuándo? ¿Quién la dijo? ¿Dónde estabas? ¡Aleluya! ¿Sabes lo que quiere decir?

¡Aleluya! En hebreo, halelu significa “alabemos” y Yah es uno de los nombres de Dios. Entonces, Aleluya, es una expresión que utiliza el Pueblo Judío para alabar y valorar a Dios. Decimos Aleluya para expresar nuestra alegría, satisfacción y agradecimiento por lo que somos, hacemos y tenemos.

¿Sabías que agradecer es en realidad mucho más que decir gracias? Es entender, es valorar. ¿Alguna vez dijiste gracias por obligación? ¿Alguna vez alguien te dijo gracias por compromiso? Entonces, ¿qué es estar agradecidos? ¿Cuántas veces nos detenemos a agradecer? ¿Somos realmente conscientes de las cosas hermosas que nos pasan día a día? A veces, los gestos pequeños, son mucho más hermosos que aquellos hechos grandes que son fáciles de identificar. De esta forma, la palabra gracias, se convierte en la palabra más importante de todas.

Te proponemos, tal como nos enseña la Tfilá Aleluya, que puedas valorar cada día algo nuevo: tu familia, tus amigos…Pero también un consejo, un abrazo, la comida que te espera en la mesa cada día.. Entonces… ¿te animas a valorar algo diferente cada día? ¿Te animas a agradecer por aquellas cosas tan pequeñas, que a veces no llegamos a darnos cuenta que podemos disfrutarlas todos los días?

¡Adivina adivinador!

A continuación, encontrarás algunas adivinanzas que pueden ser motivos para valorar y agradecer, aunque a veces no nos damos cuenta y las tomamos como parte natural de nuestra semana. ¡Te desafiamos a que adivines!

Lo siento, pero no tienes permiso para ver este contenido.