Oneg Shabat: una historia real

Quizás observas en esta foto antigua unos recipientes de metal y te preguntas ¿de qué se trata todo esto?… Queremos que sepas que allí, dentro de los recipientes se encontraban muchos secretos, mucha información.

Emanuel Ringelblum fue un historiador judío que vivió en la época de la Shoá. Ringelblum vivió en el gueto de Varsovia y sus convicciones judías permanecieron en pie durante toda su vida. Durante los primeros meses de la guerra comenzó su hazaña más grande: la creación del archivo secreto Oneg Shabat. El Oneg Shabat es uno de los momentos que tiene el Shabat,  encontrarse, compartir conversaciones, juegos y canciones.

El archivo de Emanuel Ringelblum recibió ese nombre porque todas las tardes de los sábados, en el gueto, un grupo se reunía secretamente y compartía información de lo que estaba pasando en el barrio y en la guerra. Al principio, los colaboradores reunían informes y testimonios de  personas judías que habían llegado al gueto, y las compartían luego del almuerzo del sábado. Así, Emanuel, junto con sus colegas recogió información y escribió artículos de todo tipo que documentaron la vida durante la Shoá.

La documentación del Oneg Shabat estaba escondida en el gueto y fue preservada en tres recipientes metálicos para leche, tal como se ve en la foto. Uno de ellos fue descubierto en 1946 y el segundo en 1950, el restante aún no ha sido localizado.

¡Manos a la obra!

Esta vez, te proponemos poner manos a la obra, y dejar tu huella tal como lo hizo Emanuel Ringelblum. Para eso, vas a necesitar

  • Una hoja blanca
  • Crayones de colores
  • Tinta china (o témpera negra)
  • Cinta adhesiva
  • Un escarbadiente, un bolígrafo vieja, o algún elemento punzante.
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